Es cierto que mi nombre no es real, que aún no me animo a dar la cara y que por tal motivo he
decidido inventarme un seudónimo para comenzar a escribir en este blog.
De todas maneras, con el correr de los días, comenzaré a revelar mi identidad, de a poco, a medida que tenga las fuerzas necesarias para hacerlo.
Quienes sufren lo que yo sufro sabrán entender el por qué de ocultarme detrás de una falsa identidad. Quienes no sufren lo que yo sufro, ojalá no reparen en esta cuestión y su morbo por saber quien soy no deje de hacerlos frecuentar este blog que, tan importante es para poder entender a un par, a un amigo o a un familiar.
Hoy es un día bastante especial. Me he despertado y, como cada mañana, lo primero que hice, fue enfrentarme frente al espejo a descubrir mis imperfecciones en la piel.
Para los que no lo saben o no lo padecen, las personas que tenemos acné lo primero que hacemos por la mañana es enfrentarnos con una cruda realidad. Nos miramos frente al espejo el tiempo necesario para poder tomar coraje de salir a la calle a enfrentar la realidad que nos toca vivir.
Las personas que sufrimos acné sabemos que las personas, cuando nos hablan, no nos miran a los ojos en una primera instancia. Cada uno de nuestros días debemos sufir el pesar de que las personas miren nuestros granos antes de poder mirarnos a los ojos.
Sentimos que, al igual que lo hacemos nosotros mismos frente al espejo, primero y frente a mantener una conversación con alguien por primera vez durante el dia, las personas primero hacen un recorrido visual por nuestras imperfecciones.
Muchas veces nos observarán tomar el ascensor del edificio donde trabajamos, llegando con la cabeza "gacha" dando un "buen día" tímido hacia los demás y mirando hacia el piso sin ni siquiera intentar levantar la mirada. Ese día necesitamos que los demás nos den el tiempo necesario para poder enfrentar la mirada de los otros. Ese día necesitamos tiempo para poder enfrentarnos a 10 horas de trabajo en una oficina donde interactuamos con personas que, sin hacerlo adrede, nos estarán recordando minuto a minuto que nos ha salido un grano nuevo en la cara y que, sin quererlo, nos harán sentir terriblemente mal.
Como les contaba hoy no tuve un día muy bueno...me he levantado con un grano en medio de mi cara....debajo del pómulo izquierdo, de esos que son colorados y que duelen muchísimo.
Esos que levantan el relieve de la piel formando una especie de forúnculo y que de tocarlos o quererlos sacar de nuestra cara, sabremos que nos dejarán una marca de por vida.
Hace semanas vengo probando un nuevo tratamiento de esos que sabemos que no tendrán un resultado inmediato, de esos tratamientos caseros que escuchamos que a alguien le dió resultado alguna vez.
Es sábado y me he despertado a las 10 de la mañana. Son las 5 de la tarde y aun no he salido de mi departamento. Estos son los días en los que disfruto de vivir solo, aunque la soledad me pese algunos días.
Hoy sé desde que me levanté de la cama, que no tendré un día fácl de sobrellevar, debo trabajar por la noche en un lugar donde habrá cientos de personas, y debo enfrentarme a esa situación sin poder quedarme a un costado de la misma, pues mi trabajo tiene bastante protagonismo en este tipo de reuniones y no podré esconderme.
Durante estas horas, lo único que hago es preparar mi cabeza para enfrentarme a esa situación, para poder sobrellevarla de la mejor manera posible. Son las 5 de la tarde y ya estoy deseando que sean las 4 de la mañana del día siguiente, ya que para ese entonces, mi trabajo habrá concluido y podré regresar a casa.
En estos momentos me pregunto ¿por qué a mí? Son esos días en los cuales uno quisiera poder levantarse, no tener que pasar por el espejo, y salir a la calle sin preocuparse por como se ve frente a los demás.
Siento que es tan complejo a veces, siento tanto cansancio de vivir con acné que quisiera no tener que pensar más en ello. Siento que me desgasta, que los demás no entienden mis cambios de humor repentinos y que nunca podré explicarles a que se deben ya que cuando lo he hecho no he obtenido la respuesta que esperaba, pero no hablaré de ello hoy, habrá un capitulo especial respecto de la respuesta que obtenemos de los demás en esos días en que nos decidimos a explicarle a alguien el por qué de algunas de nuestras acciones.
Hoy quise compartir mi angustia respecto de este nuevo grano en mi rostro, sé que cargaré con él durante días y tal vez semanas, que intentaré sacarlo de ahí y quedará una marca más sobre mi cara porque no podré soportar la idea de que las personas reparen visualmente sobre mi pómulo izquierdo en vez de mirarme a los ojos como lo hacen con el resto de la gente....
sábado, 17 de mayo de 2008
Un día difícil...
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